Me parece común dentro de una conversación con criadores de caballos escuchar la frase ´´Dios me lo dio, Dios me lo quitó´ cuando se refieren a la razón por la que pierden potros la primer semana de vida, y si bien puede ser cierto, también es muy cierto que la gran mayoría de potros que mueren en su periodo neonatal lo hacen por que no están bien atendidos (no se detectan los problemas rápidamente y no se toman medidas en el momento necesario) y no se trabaja con medicina preventiva en las yeguas durante la gestación.

Es común que las personas que no están acostumbradas a trabajar con potros lo hagan como si fueran caballos en miniatura, sin embargo, es algo que está lejos de la realidad. Los neonatos funcionan de manera un poco más compleja que los caballos adultos y es por esto que su comportamiento es diferente. Uno de los consejos que siempre suelo dar es crear una rutina de observación en los potros recién nacidos para aprender como es su comportamiento habitual y de esta manera identificar rápidamente un comportamiento anormal.

La evaluación de un neonato debe de empezar desde antes del parto con revisiones de la placenta, duración de la gestación e historial de la yegua. Durante el parto la medición de los tiempos es clave para determinar el cuidado que debemos de dar al potro en sus primeras horas de vida.

La fase de expulsión de el parto inicia a partir de que la yegua expone las membranas fetales y concluye con el nacimiento del potro, esta fase debe de durar entre 20 y 30 minutos, en caso de extenderse más es importante verificar que está sucediendo e intervenir inmediatamente.

Al nacer el potro debe de estar en posición esternal en 5 minutos como máximo, puede pasar hasta una hora en que el potro se ponga de pie y dos horas hasta que mame. Este tiempo es muy importante, puesto que por el tipo de placentación de la yegua no hay paso de inmunoglobulinas durante la gestación al feto y las debe de absorber vía gastrointestinal en sus primeras horas de vida, además de esto el potro nace con muy bajas reservas de energía y necesita reponerlas rápidamente.

Cuando estos tiempos se van alargando el potro entra en riesgo de estar séptico (sufrir una infección bacteriana generalizada) debido a que no tiene el nivel de inmunoglobulinas suficiente para proteger su organismo y a que es mas vulnerable a que las bacterias migren vía umbilical por el tiempo que pasa en decúbito (acostado). La sepsis es la principal causa de muerte neonatal y son susceptibles a padecer esta enfermedad los potros de gestaciones prematuras, gestaciones con placentitis, potros que no les hacen curaciones en el ombligo y que no maman un calostro de buena calidad.

Uno de los primeros signos de alarma que nos indica que hay algo anormal en el potro es la yegua que constantemente tira leche, potros con manchas de leche en la cara, muy decaídos, apáticos, hipertermia, uveítis (ojo blanco), respiración muy agitada, diarrea, artritis (articulaciones aumentadas de tamaño).

Es importante saber que al detectar al menos uno de los signos clínicos anteriormente mencionados se debe de contactar a un médico veterinario de carácter urgente; la sepsis neonatal es una enfermedad que evoluciona muy rápido y necesita intervención lo antes posible para lograr una recuperación del paciente.

A continuación les dejo un video donde explico como prevenir la muerte de los potrillos recién nacidos dentro de un criadero.