MEDICINA PREVENTIVA EN POTROS
En la cría de caballos hay que entender que los potros no son caballos pequeños, que ellos tienen un sistema inmune inmaduro y que su organismo se está adaptando a un medio ambiente nuevo, es por esto que debemos de tener en cuenta ciertas particularidades de los neonatos en el manejo que se les da dentro del criadero.
La medicina preventiva en neonatos inicia desde la gestación de la yegua, pues identificando gestaciones con riesgo se pueden tomar medidas que salven la vida del potro y que orienten el manejo adecuado del potro al nacer.
Durante la gestación la yegua debe de tener un plan de vacunación muy estricto, pues con este no solo se previenen enfermedades infecciosas en la yegua, si no que se garantiza un calostro de alta calidad con anticuerpos que el potro necesita para sobrevivir en determinado ambiente.
El seguimiento periódico de la gestación es una práctica que permitirá identificar las características de la placenta, esta es una información muy valiosa, pues mediante el grosor, la apariencia y el grado de separación se puede diagnosticar placentitis; esta es una enfermedad infecciosa, generalmente causada por bacterias que ascienden del tracto reproductivo exterior y colonizan la placenta causando abortos, potros muertos al nacer o potros sépticos los primeros días de vida.
Dentro de las medidas de prevención en neonatología, el parto asistido debe de ser una regla de oro, pues es un momento donde si no se interviene a tiempo se puede ver comprometida la vida del potro y de la yegua. Durante el monitoreo del parto se deben de tener los tiempos en que transcurre cada fase, para determinar si todo transcurre con normalidad o se necesita una intervención.
Ligado a la atención de parto, están los cuidados neonatales iniciales: proveer la temperatura adecuada para que el potro no pierda energía tratando de termoregularse, la curación rápida del ombligo es una medida que impide el ingreso de bacterias al interior del potro, el uso de enemas ayuda a disminuir la presentación de cólicos por retención de meconio.
Una de las enfermedades comunes que vemos en los neonatos es la falla en el paso de la inmunidad pasiva, esta puede ser por que no hay consumo suficiente de calostro, el calostro es de mala calidad, no hubo consumo de calostro o este no se absorbió. Este tipo de enfermedades se pueden prevenir midiendo la calidad del calostro en el momento del parto y asegurándonos que el potro consuma calostro a más tardar 2 horas después del nacimiento.
Después de las 24 horas de vida, es común realizar exámenes de rutina para identificar rápidamente cualquier anomalía en el potro, estos constan de una prueba de IgG (es una inmunoglobulina que medimos para determinar la absorción de anticuerpos presentes en el calostro y por ende el estado del sistema inmune), una prueba de glucosa que nos muestra que tan bien está mamando el potro y un cuadro hemático que indicará si hay algún riesgo de enfermedad infecciosa desde la gestación.
La evaluación de la placenta después del parto, permite identificar señales de infección que a veces no se identifican en la ecografía. La mayoría de potros resultantes de gestaciones con placentitis presentaran sepsis la primera semana de vida, con la evaluación de placenta se puede tomar la decisión de empezar antibioticoterapia en potros de alto riesgo de presentar sepsis.
Tener un programa de estrategia neonatal dentro de un criadero ayudará a que se disminuya la presentación de enfermedades y pérdidas de potros al año, lo que se ve reflejado en menos pérdidas de dinero al año.