MV. Mariana Vélez M.

La piómetra es una inflamación uterina crónica con una acumulación significativa de fluido purulento. Tiene dos formas de presentación: abierto dónde la vulva puede tener descargas y cerrado donde el cérvix no permite que haya descargas vaginales. La piómetra no es tan común en la yegua porque la endometritis usualmente causa luteolisis con relajación consecuente del cérvix y drenaje del exudado intrauterino. El desarrollo de la piómetra requiere previamente un cuadro de endometritis crónica y/o una falla en la función cervical (fibrosis o adherencias) que impiden el drenaje.

Las yeguas que la padecen no están sistémicamente afectadas, no presentan fiebre, y debido a una  falla en la liberación de prostaglandinas hay cuerpo lúteo persistente.

El diagnóstico usualmente se realiza por ultrasonido, en la palpación rectal se puede sentir el útero distendido y puede ser difícil de diferenciar de una gestación. Las yeguas con el cérvix abierto tienden a presentar descargas vaginales purulentas que se observan en el exterior de la vulva.

Un cuadro crónico de piómetra tiene un pobre pronostico en cuanto a la resolución y futuro reproductivo. Es posible “limpiar” el útero temporalmente, pero la acumulación de células inflamatorias y fluido infeccioso hacen que el cuadro vuelva a presentarse con recurrencia. La presencia de adhesiones en el cervix está asociada con un mal pronóstico reproductivo.

El tratamiento incluye usar prostaglandinas si hay un cuerpo lúteo presente, lavados uterinos repetidos, administración continua de agentes ecbólicos como la oxitocina o la prostaglandina y administración local y sistémica de antibióticos. La elección de los antibióticos deberá ser basada en una prueba de sensibilidad.

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