El primer estro o ´´calor del potro´´ puede empezar de 6 a 8 días post parto. El intervalo promedio para la primera ovulación es de 10 a 12 días post parto, sin embargo, hay yeguas que pueden ovular antes entre 7 y 8 días y otras que ovulan incluso hasta 15 días post parto y es considerado clínicamente normal.

Los índices de preñez son usualmente más altos en yeguas que ovulan de 10 días post parto en adelante comparados con las yeguas que ovulan antes de los 10 días.

Hay una creencia colectiva que dice que es el estro más fértil de la yegua, a pesar de ello, las estadísticas dicen que los índices de preñez son menores en yeguas inseminadas durante el celo del potro comparado con las yeguas inseminadas en el post parto tardío. Hace parte de esta creencia que las yeguas siempre ovulan entre el día 9 y 11 post parto, pero como lo mencioné anteriormente es sólo un promedio y en cada yegua es diferente, razón por la cual este celo debe de ser seguido de cerca para evaluar el desarrollo folicular y determinar la fecha de la primera ovulación.

Cuando se decide servir una yegua en el calor del potro se deben de considerar los siguientes criterios: que la yegua no haya tenido un parto distócico, no haya tenido una retención de placenta, no haya tenido descargas vaginales purulentas y la ovulación ocurra 10 días post parto.

Debido a que el útero no ha terminado de involucionar (regresar a su tamaño normal) el celo del potro no se recomienda usar en yeguas que vayan a ser inseminadas con semen congelado o que se les vaya a lavar embriones.

La mayoría de las yeguas siguen ciclando después del calor del potro cada 21 días, no obstante, algunas yeguas entran en periodos variables de anestro hasta que regresan a una actividad cíclica normal al destete. Los factores que intervienen en la irregularidad del ciclo post parto son: el fotoperiodo (las yeguas que crian en enero y febrero tardan en volver a ciclar), la edad (las yeguas de edad avanzada tardan más en el intervalo entre celos), la nutrición (baja condición corporal), condiciones ambientales adversas (excesivo calor o frío).